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Torre Picada__

PAS DE S'HEURA

Dificultad: F++

Desnivel: 420 m.

Altitud: 420 m.

07-10-06

fotos

Salida del Port de Sóller, en sentido del Torrent de la Figuera, por el carrer d’Antoni Montis, pasamos por la plaça d’Els Reis de Mallorca.Ya en las afueras de la población con una pronunciada pendiente. Cuando lleguemos a la primera curva, debemos prestar mucha atención porque tendremos que dejar la carretera de la urbanización que gira hacia la izquierda y continuar en línea recta, sobrepasando una barrera metálica. El Torrent lo tenemos a nuestra derecha. Pasamos por delante de una casa con el nombre de Ca Nostra. El ascenso culmina en el coll de l’Illa, señalado por una pared alambrada y un portillo con barrera metálica. A la izquierda, destaca el bosque de pinos conocido por el nombre de Pinarol. En la otra vertiente del coll, una vez traspasado el portillo y en pendiente, se encuentra uno de los caminos que conducen a la Torre Picada , a la que se puede llegar, desde aquí, en unos diez minutos.

Desde el portillo del coll de l’Illa, nuestro itinerario continúa, todavía por asfalto, hacia la derecha. Tras una ligera curva hacia la izquierda y dejando a la derecha un camino que conduce al Figueral, se acaba el asfalto y aparece ante nuestra vista la silueta de la torre Picada, situada sobre el espeso bosque del Pinarol, al otro lado del coll. Proseguimos por el camí de la Illeta, se acerca al mar hasta alcanzar una envidiable situación de gran balcón sobre el mismo. A partir de entonces, el camino discurrirá, durante un buen trecho de la excursión, paralelo a la línea de costa. La primera casa que se presenta ante nosotros es Cal Canonge, a la derecha del camino. Un poco más adelante de Cal Canonge, llegamos, entre pinos y olivos, a un grupo de construcciones, como Can Casesnoves a la derecha y Ca l’Americá a la izquierda. Detrás de las cases, se levanta imponente el Penyal Bernat, puntiagudo y aislado. Mientras, la recortada línea de la orilla esboza accidentes como les Puntes. Pero, de entre todos estos accidentes, destaca la Jlleta. Cuando el camino pasa por debajo del penyal Bernat de la Illeta, describe dos serpenteos que nos hacen ganar altura. Después de la segunda curva podemos abandonar el camino de carro y subir por el camino empedrado y escalonado que va hacia la derecha. Más arriba, volvemos a encontrarnos con el camino de carro, que secciona la vía más antigua aunque ésta no desaparece, sino que continúa subiendo por el otro lado, por lo que atravesamos el camino de carro y volvemos a enlazar con el empedrado. Este camino de herradura nos deja junto a una casa, conocida con el nombre de Sementeret, ya propiamente en la zona de la Illeta. Justo antes de llegar. Coviene detenerse para contemplar el paisaje desde este impresionante lugar. Cerca del Sementeret se ubica la casa de Can Joan de la Dida. A menos de cien metros de Can Joan de la Dida, aparecen las cases de Ca les Bales. Su portal exterior, de arco ligeramente rebajado, se abre en la parte derecha del camino.Si desde el camino, junto a Ca les Bales, alzamos la vista hacia la derecha, podremos distinguir los impresionantes precipicios que configuran la vertiente noroeste del Puig de Balitx (579 m.).

Continuando recto, llegamos a un portillo que cierra el camino con una barrera metálica. Debemos franquearla por una desviación a la izquierda, al otro lado de la pared longitudinal que enmarca el camino. Para facilitar la bajada del muro del portillo, hay un botador de madera. Una vez traspasada la barrera, debemos prestar mucha atención, pues hemos de abandonar el camino principal, que conduce a las cases de la Illeta de Can Gordo, para tomar el camino del Joncar y del pas de na Cordellina. Por este motivo, desde la misma barrera metálica, salimos del camino y torcemos hacia la izquierda, siguiendo la pared. Tenemos que bajar los tres peldaños de la primera marjada, desde donde continuamos hacia la derecha por el nuevo camino de herradura que irá poco a poco configurándose. Torcemos enseguida a la izquierda, por donde bajamos al hort de la Illeta, suspendido sobre el mar y abandonado hace ya años. Esta nueva vía que hemos seguido adopta muy pronto una posición encaramada, que asoma sobre el mar. Los olivos han dejado paso a los pinos, entremezclados con alguna encina y en cuyo sotobosque domina el brezo, acompañado de carrizo y jara. El camino se muestra muy maltratado por desmoronamientos y restos de incendios. Después de pasar sobre un rotlle de sitja de carbonero, aparecen nuevos elementos paisajísticos, como la torre de na Seca, sobre el morro de cala Roja y, más cercano, el penyal Bernat del Joncar.Junto al mar, se halla la zona de la font del Joncar. Debemos señalar que nos encontramos en un camino que avanza suspendido entre el mar y el cielo, enriscado en una ladera amenazada por la inestabilidad de su suelo y de las rocas superiores, cosa que podría resultar peligrosa. Un detalle que podemos observar, a nuestra derecha, es una cavidad con una hiedra que la identífica. Pasada esta cavidad, el pinar se espesa y nos obliga a abandonar, momentáneamente, la vista sobre el mar. A la izquierda aparece una nueva cavidad. Pocos metros después, un rotlle de sitja nos señala una bifurcación de caminos. La vereda que sale hacía la izquierda, en dirección al mar baja hasta la font del Joncar. Esta fuente fue víctima de un gran desprendimiento de tierra y rocas y quedó totalmente desfigurada. Contaban los pescadores que su agua no podía meterse en ningún recipiente pues se "marejava", es decir, se enturbiaba. Ahora, desgraciadamente, no podríamos confirmarlo. El camino del pas de na Cordellína, que forma parte de nuestro itinerario, continúa en pendiente, ligeramente hacia la derecha. Presenta un tramo ocupado por rocas caídas debido a antiguos desmoronamientos, en ascenso hacia un nuevo enriscamiento del camino, que forma una estrecha cornisa, entre la pared recortada y la caída hacia el mar. Un pino inclinado asegura la parte más vertiginosa, mientras nos aproximamos al penyal Bernat. Unos metros más adelante, debemos franquear un nuevo paso trepando una roca, para lo que será necesario usar las manos. Una vez superado este paso, llegamos a la primera curva que asciende hacia el coll de na Cordellina. Nos encontramos en la base del penyal Bernat del Joncal, que aparece como un enorme conglomerado sobre nuestras cabezas. El coll de na Cordellína nace precisamente de la vertiente derecha de dicho peñasco. Después de salvar los últimos metros de subida por una estrecha vereda rodeada de carrizo, llegamos al coll de na Cordellina. Desde na Cordellína disfrutamos de una nueva panorámica, desde la que podemos contemplar una impresionante vista sobre la hondonada del torrent de na Mora, con la Torre de na Seca dominando el conjunto más próximo, y el Puig Major.

La continuación del camino desde el col1 de na Cordellina se plantea ya, directamente, hacia el Pas de l’Heura, que queda ante nosotros, ligeramente más abajo y a nuestra derecha, configurádose en forma de cornisa rocosa que va subiendo de derecha a izquierda. Para alcanzarlo, debemos realizar una fuerte bajada. El sendero, casi desaparecido, discurre pegado a la ladera, en descenso y tendiendo a la derecha. Tras siete u ocho minutos de bajada podremos divisar, entre los restos calcinados, un rotlle de sitja desde donde continuamos por la derecha, hacía la pared de roca lisa surcada por el pas de l’Heura. A la derecha del paso, sobre el peñasco rojizo, se notan aún las marcas de la antigua hiedra que le dio nombre. Iniciamos la subida, aérea pero bastante segura, del pas de l’Heura. Recuperada nuevamente la altura, distinguimos el coll de na Cordellina. Superado el pas de l’Heura, el camino adopta la forma de sendero desdibujado que avanza sobre el roquedal. Un poco más arriba, dejamos una segunda hiedra a la izquierda y encontramos un pequeño mirador desde el que podemos observar el tramo final del torrent de na Mora. El lugar de la desembocadura del torrent de na Mora se denomina cala Ferrer. En la parte derecha del torrente advertimos el Forat, curiosa abertura que traspasa la roca de parte a parte. La subida, desde la parte alta del pas de l’Heura, continua por un terreno muy irregular y tiende hacia la izquierda, después de un primer pequeño paso entre rocas; mientras, la torre de na Seca se mantiene a la izquierda de la panorámica. Pronto aparece un segundo paso que deberemos subir con ayuda de las manos. Una vez alcanzado, surgen grandes peñascales erosionados por la acción del agua y del viento, en forma de grandes bloques de üipiaz. El itinerario avanza ahora hacia la derecha y el camino se pierde entre un auténtico caos de rocas. Mantenemos la dirección básica hacia el este y pronto salimos del roquedal y llegamos a un llano, con una higuera, enmarcado por una pared de marge. El macizo del puig Major, con el Penyal del Migdia como contrafuerte situado a la derecha del conjunto, dominan el panorama visual. Poco después del llano encontramos de nuevo el camino empedrado del que destaca una rampa bien enmarcada y delimitada por un gran marge lateral de contención. Hacia la derecha aparecen, ante nuestra vista, el coll de Biniamar, vía de acceso a la Costera, y dos zarpazos realizados por la mano humana contra la naturaleza: la pista del coll de Biniamar y las obras de perforación para llegar a la fuente de la Costera. La parte superior de esta cuesta nos deja en un collet donde acaba la subida al tiempo que nos ofrece nuevos elementos paisajísticos, como el Puig de la Bassa, conocido también como la comuna de Fornalutx. A partir de ahora, el camino baja ligeramente y franquea diversas marjades con pequeñas y bien trabajadas rampas que salvan, cómodamente, el corto desnivel. Acebuches arbóreos entremezclados con pinos y jaras, carrizo, aliagas y brezos, configuran el ambiente vegetal básico. Este mundo de naturaleza virgen se ve súbitamente interrumpido por el corte profundo de una nueva pista realizada a finales de 1991.

La ruta sobre el camino empedrado ha quedado seccionada y optamos por continuar sobre la pista, hacia la derecha, muy cerca ya de la Tanca dels Bous. De todos modos, si nos asomásemos a la izquierda, veríamos cómo esta vía se interrumpe de pronto, fascinada ante el impresionante abismo del torrent de Bálitx. A unos tres minutos avanzando por esta pista reciente, llegamos a la Tanca dels Bous. Partimos desde la Tanca dels Bous en dirección a Bálitx d’Amunt. Recomendamos buscar el camino viejo, que se encuentra a la derecha de la pista, algunos metros después de la construcción. Este camino continua empedrado y escalonado y presenta algunas curvas diseñadas en ángulo recto, en las que destaca el trabajo de la ingeniería popular. Pronto desaparece el camino viejo, destruido por la pista y, ya sobre ésta, pasamos un portillo que nos enmarca la vista del Puig de la Bassa (820 m) o comuna de Fornalutx, redondeado y cubierto de bosque. A sus pies, aparecen las ruinas de Bálitx d’Enmig. Mientras avanzamos en dirección sur, los olivos se espesan y el Puig de la Bassa queda a nuestra izquierda. Cinco minutos más adelante llegamos a un amplio portillo que nos permite el acceso al camino de carro que une Bálitx d’Amunt (a la izquierda) con el camino de la Figuera y el port de Sóller (hacia la derecha). Mientras, las estribaciones orientales del Puig de Bálitx aparecen a nuestra derecha. Traspasamos el portillo por una barrera metálica y giramos hacia la izquierda, no cojemos esta dirección, sino por la derecha-enfrente, con dirección descendente al Port, pasando por la derecha de una Bassa que da de beber al bestiar, es una especie de camino-pista forestal que en su mitad encontramos abandonado un viejo tractor Jhon Deere. Seguimos el descenso por la pista hasta llegar a la Font des Salt, en cuyo lugar solamente podemos seguir por una pequeña entrada (dificil de encontrar) que hay en la maleza de la derecha de la Font que nos lleva a una alambrada que traspasamos por un “Botador”. Seguimos el sendero que se junta con un camino en el que encontramos varias casas a ambos lados, y continuamos, nunca sin salirse del camino, pasando por una verja con el nombre de Cas Bernats, y continuamos hasta llegar al cruce con la Ctra. Nº 2124 que va de Sóller al Port, y entonces nosostros giramos a la derecha en dirección al Port, al que llegaremos al cabo de unos 4,5 Km.

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