PUIG DES TEIX
POR EL CAMINO DE LOS ACANTILADOS DE "SON RULLÀN"
Y EL PASO "DES RACÓ" (DEIÀ)
7.11.2009
Dificultad: PD
Altura máxima: 1.064 m.
Desnivell: 0 m.
Distància recorreguda: 0 Km.
Antes de qué nuestro amigo Xavier nos deleite con su escrupulosa descripción de la ruta de hoy os voy a contar unas pequeñas curiosidades.
EL CASTILLO DES MORO.- Por ir nos tenemos que salir del Camino de las "Rotes" por una dessviació hacia la nuestro izquierda ( o derecha si descendemos). La subida a la fortificación se realiza por una escalera rústica que presenta una peligrosa culminación, puesto que las ruinas de la construcción ocupan la cumbre de un arisco peñalar, con una sola puerta de entrada situada en medio de un paramento de muralla poco accesible.
Este acicate fortificado (el Castillo "des Moro") se encuentra poco documentado, aun cuando responde a la tipología y al sentido de las llamadas fortificaciones, torres de defensa de origen medieval que protegían los caminos y las casas que se encontraban dentro de su campo de acción. En relación con la función de vigilancia del camino, debemos recordar que el camino de las "Rotess", que es la ruta que parece protegida por esta fortificación, formaba parte del camino viejo de Valldemossa-Deià, antes de la carretera que pasa por Son Marroig y la Pedrissa. El Arxiduque, en la Obra Die Balearen, lo denomina Castellet del Molino, en referencia al nombre de la posesión que tenía la propiedad.
LOS MOROS DEL CASTELLITO.- Dentro del Castellito habitaban cuatro moros y vivían de lo que robaban. Al molino de cerca del Castellito iban a robar harina, y para que no los atraparan, se volvían de espalda para qué con las potadas no pudieran saber por dónde se habían ido.
Un pastor que guardaba las ovejas por aquellos lugares, un día oyó que los moros tenían una conversación y los escuchó. Decían que sabían que los querian coger y hablavan de como se debían liberar. Si se veían apurados se echarían peñasco abajo dentro una "alfabi" y se tiraría primero, diría a los otros si se había hecho daño y así escaparian todos. El pastor dio parte a la villa (todavía no había Guardia Civil) y se pactaron una partida de hombres para ir a perseguirlos por encima del peñasco. El pastor quedó abajo y cuando los moros se vieran apurados, prepararian las "aufabis" y se tiraró uno que quedó rebentado. Los otros moros esperaban que les dijeran si le había ido bien. El pastor gritó a los otros tres, de bajo
- !! Echaos, que no me he hecho nada ¡¡ .
Los otros tres moros se echaron y todos quedaron muertos. Estos cuatro moros eran los últimos que habitaban por Deià. "Idó".
(Habsburg-Lorena, Arxiduc LLuís Salvador.- Rondayes de Mallorca, pàg. 237-39)
text d'en Xavier González
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